Casi al mismo nivel del dilema existencial de Shakespeare en Hamlet, nos debatimos cuando queremos elegir una inversión en la que destinar nuestros ahorros, pensando en el futuro.

Decidir entre riesgo o seguridad, este es el dilema.

El hecho de pensar que el dinero invertido lo necesitemos recuperar en un corto o largo período de tiempo ya es diferenciador en la toma de decisiones, pero conviene entender primero lo que significa seguridad y riesgo, porque si no, podemos equivocarnos en la decisión simplemente por no entender correctamente a lo que nos enfrentamos.

SEGURIDAD

Es aquella inversión que nos garantiza que el capital que destinamos lo recuperaremos siempre, con mayor o menor rendimiento acumulado, pero como mínimo lo que hemos puesto.

RIESGO

Es aquella inversión que puede tener mayor expectativa de rentabilidad, pero también puede generar pérdidas, esta incertidumbre puede suponer de hecho que cuando precisemos recuperar lo invertido se obtenga alguna pérdida.

De esta forma, generalmente, asociamos seguridad a certeza, y riesgo a incertidumbre. Y cuando hablamos del futuro y en especial de buscar un complemento a la jubilación, frecuentemente nos debatimos entre el seguro y los Planes de Pensiones, y dentro del seguro buscando una fiscalidad más favorable solemos pensar en los seguros PPA (Planes de Previsión Asegurados) que con esta característica de la fiscalidad son iguales a los planes de pensiones.

Así, los seguros PPA tienen un interés mínimo garantizado y los Planes de pensiones individuales no. ¿Cuál elegir? ¿Con que criterios debemos tomar la decisión? Antes de nada, conozcamos las características de ambos instrumentos en cuanto a su seguridad o riesgo:

SEGUROS PPA

Pueden garantizar un tipo de interés, lo cual es un atractivo para quienes buscan la seguridad, pero en momentos en que los mercados financieros están en mínimos históricos de rentabilidad, y dado que la Dirección General de Seguros limita el tipo de interés técnico que las Aseguradoras pueden garantizar, el tipo de interés en la actualidad, no supera el 1% a largo plazo, y en períodos cortos poco más.

Por otro lado, como inexorablemente estos seguros deben incorporar una cobertura de fallecimiento, aunque sea pequeña,  y existen unos gastos de gestión y administración de la Aseguradora, a poco que se analice el capital garantizado al vencimiento, en relación con lo que se ha invertido, se descubre fácilmente que el tipo de interés del 1% puede quedar en menos de un 0,5% en rendimiento neto, o incluso en ciertas edades en rentabilidad negativa.

PLANES DE PENSIONES INDIVIDUALES

No hay garantía alguna, y lo que se obtiene es el resultado de las inversiones, pudiendo elegir entre diferentes tipos de planes:

  1. Renta fija que no invierten en renta variable, son los más estables, pero no garantizan que no pueda haber una merma, sobre todo en épocas de rentabilidades tan bajas.
  2. Renta fija mixta, incorporan la renta variable, y por tanto algo de riesgo, pero sin superar el 30% del total del patrimonio. Asumiendo algo de riesgo proporciona una mejor expectativa de rendimiento.
  3. Renta variable mixta, con mayor aceptación al riesgo, la parte que se invierte en renta variable se encuentra entre el 30 y 75%. Mayor probabilidad de mejorar el rendimiento, pero más riesgo.
  4. Renta variable, en donde la inversión en este tipo de renta supone más del 75% del total del patrimonio administrado. Sin duda mucho mayor riesgo, posibles mayores ganancias, pero también con mayor probabilidad de generar puntuales pérdidas.

A corto plazo en cualquiera de las modalidades de planes hay que saber que pueden producirse pérdidas, pero al menos históricamente si miramos a 3, 5, 10 años o más, todos los planes tienen rendimientos acumulados positivos, y más altos cuanto más componente de renta variable tenga en la forma de invertir.

PUNTOS CLAVE SEGÚN PERFILES:

  • A menor edad de la persona que invierte, dado que tiene tiempo de modificar su criterio de inversión, una elección en planes de pensiones con mayor nivel de riesgo puede favorecer obtener a largo plazo un rendimiento superior.
  • A edad madura pero aún distante de la jubilación diversificar en planes de pensiones con diferente nivel de riesgo y minorando su exposición al riesgo, puede favorecer que las posibles ganancias que se hayan generado se mantengan, sin exponerse a puntuales pérdidas que reduzcan el posible beneficio acumulado.
  • A edad más avanzada y cercana a la jubilación, sin duda debe movilizarse todo aquello que esté en mayor exposición al riesgo y bajarlo de categoría o incluso dirigirlo a los seguros PPA.

Con una cercanía al momento de jubilarse, en los seguros PPA o planes de pensiones que predomine la renta fija, aunque no se genere un gran rendimiento, permite asentar el capital acumulado y con la fiscalidad favorable de estos instrumentos, aunque la rentabilidad incluso fuese negativa, sin duda el rendimiento financiero fiscal seguirá siendo muy atractivo. ¿Por qué? Si nuestros ingresos en activo son mayores que lo que percibiremos de pensión al jubilarnos, nos ahorraremos sobre lo que invertimos a un tipo impositivo superior o muy superior a lo que tributaremos cuando cobremos el capital, si planificamos

adecuadamente la forma de percibirlo: capital y renta.

Y … ¿en qué momento del año es más adecuado realizar la inversión? Muchas veces esperamos a final de año porque revisamos la cantidad de dinero que podemos destinar a invertir e incluso buscando un ahorro fiscal, pero sin duda si estamos atentos a lo largo del año y observamos períodos en qué la renta variable esté bajando… puede ser un momento incluso idóneo porque entraremos en valores liquidativos inferiores que nos permitirá obtener un mayor rendimiento cuando la evolución sea positiva.

¿Seguridad o riesgo? Este es el dilema, y las dos opciones son ventajosas, solo saber adaptarnos a nuestro perfil y al momento vital en que nos encontremos. Si la cuantía de lo que invertimos es suficiente, diversificar en dos o tres alternativas que pondere el nivel de riesgo es importante, dando más peso al riesgo cuando somos jóvenes y menos en edades mayores, y cuando nos acerquemos a la jubilación en sentido inverso minorando el riesgo, aunque esta seguridad sea a costa de minorar la expectativa de rendimiento.

Y salvo que seas un experto en temas financieros procura siempre asesorarte profesionalmente.