Todos sabemos lo que es el ciclo de vida. Sin embargo, pocas veces hemos pensado en el ciclo financiero que acompaña al de vida. Y es que pese a que existen variedad de circunstancias y sucesos, un conjunto de experiencias vitales suelen ser comunes en nuestra sociedad y estas afectan a nuestra posición financiera.

Así, podemos describir la posición financiera a lo largo del ciclo vital de la siguiente manera:

Etapa 1. Somos niños y nuestra familia nos mantiene.

Etapa 2. Ingresamos y, en consecuencia, empezamos a tener un ahorro que se incrementa a medida que sumamos años a nuestra vida laboral.

Etapa 3. Ese superávit financiero que hemos conseguido, de golpe, se convierte en déficit porque nos hemos hipotecado y ahora debemos dinero al banco. Además, es fácil que en estos años formemos una familia, lo que provoca que tengamos unos mayores gastos de forma constante.

Etapa 4. Poco a poco vamos reduciendo esa deuda que tenemos con el banco y, además, vamos disminuyendo los gastos.

Etapa 5. Volvemos a no deber dinero al banco y, por lo tanto, regresamos a la posición de superávit financiero. Un superávit que no es constante ya que la jubilación puede llevar como consecuencia una disminución de los ingresos.

Entonces, durante todos esos años en los que no debemos dinero, nos encontramos en una posición financiera neta positiva. En caso contrario, estaríamos en una posición financiera negativa.

A continuación, os enseñamos un ejemplo de ciclo financiero:

 

¿Cómo mantener una Posición Financiera libre de riesgo?

Si observamos el gráfico, vemos dos momentos en el que nuestra posición monetaria disminuye de forma considerable:

Neutralizar el Riesgo Presente

El primer gran bajón que sufre nuestra posición monetaria neta nos lleva a unos años de déficit financiero o lo que es lo mismo, a una posición monetaria neta negativa.

En este periodo, es necesario un Plan Personalizado de Previsión Personal/Familiar a la justa medida de tus necesidades económicas que te guarde las espaldas. Con este instrumento aseguras el capital o renta en caso de fallecimiento o incapacidad, garantizando a los beneficiarios de la póliza el pago de la prestación económica que neutralice el riesgo económico.

Nuestra estrategia financiera debe contar con coberturas de vida-riesgo (Incapacidad, Viudedad, Orfandad) en combinación con las pólizas de accidentes, baja laboral y dependencia ya que con estos instrumentos se neutralizaría tu déficit financiero.

Planificar tu economía para el Riesgo Futuro

El segundo bajón que sufre nuestra posición financiera es en la etapa de la jubilación. Sin embargo, como podéis observar en el gráfico, esta disminución de ingresos nos deja en una posición financiera neta que sigue estando en superávit.

Ahora, si uno está acostumbrado a tener un cierto nivel de vida y no quiere disminuirlo, la Planificación Financiera será la herramienta fundamental para organizarse y seguir manteniendo una buena posición financiera en el futuro. Y es que las decisiones que tomemos durante nuestra vida laboral respeto a la jubilación nos afectarán cuando llegue el momento.

Para planificarla será necesario tener en cuenta los años que nos quedan para acceder a la misma con el objetivo de determinar el esfuerzo ahorrador a realizar, y es que cuanto antes se comience a planificar, menor tendrá que ser.